Hace muchos muchos años, cuando los enormes palacios tenían un uso privado, surgió un sillón llamado sillón encapuchado o sillón guérite. Ya habrás deducido por su nombre, que estaba destinado al vigilante o portero del edificio.
Nació en Francia en el S. XVI como un sillón utilitario. Su forma ancha y curva en la parte superior y su tapizado de piel o terciopelo proporcionaba el abrigo necesario, resguardando a su ocupante del frío, las corrientes y los pasos de aire de las entradas y pasillos de palacio. También solían tener un cajón en la parte inferior, debajo del asiento, para depositar rescoldos o brasas y aumentar así la sensación de calor.
En aquel momento y en los siglos venideros Francia experimentará un importante auge tanto a nivel intelectual como científico y también artístico. Francia significaba poder y vanguardia, con lo que cualquier cosa surgida allí rápidamente era imitada en toda Europa, lo que supuso que el sillón garita o sillón encapuchado se pudiera ver muy pronto en todos los palacios europeos.
Esto siguió siendo así hasta que a principios del S. XX las costumbres y los usos empezaron a cambiar. Fue entonces cuando surgió otra utilidad de nuestro sillón encapuchado: la madera se sustituiría por el mimbre y serviría para resguardar del sol y el viento en las playas de Centro Europa. Un ejemplo lo es esta foto de la playa de Scheveningen, en la Haya.
Poco a poco se empezaron a integrar como parte del mobiliario de las viviendas gracias a que sus opciones en tapizado son tantas como espacios en las que quieras poner uno.
Y así, pasando de un uso a otro ha llegado hasta nuestros días sin perder, eso sí, ni un ápice de su elegancia. Esto lo sabe bien la diseñadora Kelly Wearstler, quien los utiliza como nadie para crear ambientes realmente sublimes. Fíjate en el interior de este restaurante en Manhattan, donde además de cumplir una función estética proporciona cierta privacidad a sus ocupantes.
Y con estos estampados, ¿quién se resiste a dejarse ver en una de estas joyas?
Son maravillosos, ¡me encantan!
Siguiente tarea: ¡encontrar un par de ellos para mi jardín!
Imágenes: Atlanta Homes, Pinterest, Kelly Wearstler