En la entrada anterior te hablaba de la tendencia de objetos y muebles que me voy encontrando a cada paso, los denominados Wireframe, que son como el esquema o el esqueleto de algo que finalmente queda así. Están fabricados a partir de alambre o tubos de metal muy delgados que les dan apariencia de desnudos. Hay mucha variedad de estas piezas, pero hoy me apetece mostrarte lámparas.
Cuando vi por primera vez a “esta dama”, la lámpara Vértigo de Constance Guiseet no sabía bien de qué se trataba por su apariencia de sombrero. Es sutil, delicada y elegante, lo que permite que encaje en casi cualquier ambiente.
O estas otras con un diseño más industrial, Wireflow. Son enormes, pero debido a la ligereza de sus materiales no cargan el ambiente y, en como en este caso, son perfectas para, acercando la luz, llenar un espacio que de otra forma puede parecer frío por el gran volumen de la sala.
Estas otras con formas geométricas y acabados metálicos de color son sencillamente fáciles de combinar, económicas y adaptables en cualquier ambiente. Todas ellas proyectan la luz en cualquier dirección y dejan al descubierto la bombilla convirtiéndola también en protagonista, ya que no disponen de pantalla ni nada que la cubra. Incluso, al ser tan sutiles puedes agruparlas y seguirán sin agobiar el ambiente.
Y por último, esta que me tiene absolutamente enamorada, mi preferida sin duda, la Bird Cage. Me parece tan bonita, tan alegre y tan buena idea que, aunque parezca que es una jaula, es más bien lo contrario, abierta de manera que esos pajarillos los puedes imaginar volando y volviendo solo a la hora de dormir.

Bird Cage
La hay en dos tamaños para techo y también de sobre mesa. Si se escapa a tu presupuesto, puedes tener una parecida haciéndola tú misma. Es muy sencillo, solo necesitas el armazón de cualquier pantalla y una tela metálica cuadrada. Los pajarillos los puedes encontrar aquí.
No dirás que no te lo pongo fácil, anímate y me enseñas el resultado.
Imágenes: Constance Guisset, Años Luz Iluminación