Si estando de vacaciones me encuentro con un sitio bien estructurado, con los espacios bien pensados y tan bonito como éste, me puedo volver loca haciéndole fotos. Es lo que me pasó en este alojamiento construido con madera y bambú como materiales principales y casi exclusivos. Se trata de Cascada Verde Hostel, ubicado en plena selva costarricense en las proximidades de una pequeña localidad de la costa del Pacífico llamada Uvita.
El bambú allí adquiere unas dimensiones increíbles, de hasta 30 metros de alto y del diámetro de un árbol joven. Posee unas características que hacen que sea un material muy versátil: es muy resistente, lo que permite crear paneles y estructuras firmes tales como tabiques; se puede utilizar sin ningún tratamiento una vez cortado y seco porque tiene un acabado similar a la madera laminada; si se trabaja cuando todavía está algo verde permite curvarlo y darle formas; y es impermeable, lo que lo hace muy interesante porque, además de repeler la lluvia o la humedad se puede usar para todo tipo de utensilios como por ejemplo este sencillo florero.
En el trópico nunca hace frío y, al apenas descender las temperaturas, no es necesario que las casas estén demasiado protegidas. Cuando llegan las lluvias de manera más intensa, a partir de mayo normalmente, los lugareños dicen que llega el invierno, aunque, curiosamente no tienen una fecha concreta que marque el inicio de las estaciones.
En el caso de este alojamiento la estructura está hecha con madera, bien de aserradero o también directamente con la forma del tronco. Como decía, las separaciones entre estancias están hechas con bambú y tela para dar intimidad pero no existen paredes al exterior. Estás en la misma selva con la única «protección» de una mosquitera para dormir. Puede parecer temerario, pero después de unos días allí empecé a confiar en los locales y entender que los animales atacan para defenderse. De los únicos que hay que protegerse es de los siempre molestos mosquitos.

Aquí el bambú se ha utilizado solo como barandilla de protección, ya que las temperaturas no requieren que las estancias sean cerradas y acentúa la sensación de estar en mitad de la selva.

En esta puerta se utiliza también el bambú como material de construcción y decorativo, que acompañado de la tela le da un aspecto ligero
El mobiliario es sencillo, de líneas rectas y sin ornamentos. Son piezas funcionales en madera de cedro. La pieza más destacable es la mecedora que denominan «perezosa», llamada así por las horas que puedes pasar en ella y también en alusión a uno de los animales emblemáticos de Costa Rica, el perezoso, que puede pasar meses en un mismo árbol.
La decoración en más sencilla aún y la resumiría con esa expresión tan tica de «pura vida». En un espacio integrado completamente en la naturaleza donde se percibe el ajetreo de la vida en las ramas y en las charcas y te embelesas contemplando la luz ¿para qué te vas a preocupar de qué poner en las pocas paredes que hay?